UN HIJO: LA MALDICIÓN DE UNO ES LA BENDICIÓN DE OTROS
- feminforma2022
- 14 dic 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 dic 2022
Alejandro Nicolas Camacho Rosales

María (nombre alterado) de 44 años recuerda cómo tomó una de las decisiones más desesperantes de su vida cuando solo era una niña, quedando embarazada con tan solo 16 años.
El hecho ocurrió hace bastantes décadas atrás, aproximadamente en 1992. En ese entonces, se desconocía de diferentes métodos clínicos para poder realizar un aborto de manera legal y sana, aunque el caso no fue así, ya que, debido a la desesperación del momento y la falta de conocimiento e información sobre el tema, acudió a medidas poco profesionales y totalmente sola. Fue atendida en una clínica clandestina donde trataron de realizarle el aborto; pero lo que María no sabía es que el embarazo ya llevaba 5 meses de gestación. Por causas desconocidas, el bebé nació. La única recomendación que proporcionaron los médicos de la clínica es que deben esperar a que el bebé muera y la opción de desalojar tempranamente el lugar por la falta de pago de sus “servicios”.
Debido a la inescrupulosa decisión por parte de la madre, familiares cercanos decidieron llevarse al bebé con la esperanza de que aún podría salvarse. Lo llevaron al centro médico Albina Patiño, donde lo atendieron de urgencias y milagrosamente sobrevivió, después de 4 meses.
Los responsables que rescataron al bebe, decidieron llevarlo junto a una visitadora social, quien se percató de entregarlo al Estado. Meses más tarde, la familia de María recibió la noticia de que una familia de maestros italianos buscaba un niño recién nacido y se pusieron en contacto con los tutores. En ese entonces, los familiares que salvaron al niño lo llevaron a un centro médico.
Actualmente el niño tiene 29 años y se llama Salvador, tal nombre le apodaron los médicos que le salvaron la vida. Quedó con secuelas de su proceso de aborto por lo que padece de autismo, pero aquello no ha sido impedimento para lograr lo que desea en su vida.
Pero, ¿qué dicen los especialistas frente a este caso? Guadalupe Nava, psicóloga de profesión, explica que el entorno familiar y la crianza va mucho de la mano con el pensamiento ideológico frente a este tipo de situaciones y la influencia que este abarca en las decisiones de la persona.
“La falta de afecto y de comunicación por parte de la familia de María influyó mucho para tomar tal decisión. Asumo que si existiría tal comunicación y se formara un ambiente de confianza, la situación hubiera sido muy distinta; de por sí, se hubiera podido realizar el aborto en una clínica verificada y legal, o hubieran tomado la decisión de tener al bebé, con el apoyo de su familia para sacar a la criatura adelante”, resaltó Nava.
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